HISTORIA DEL CARNAVAL

 

 HISTORIA DEL CARNAVAL 



La celebración del Carnaval tiene su origen probable en fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el Dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de las fiestas de Carnaval se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5,000 años, con celebraciones similares Grecia y durante el Imperio Romano, desde donde se difundió la costumbre por Europa, siendo traído a América por los navegantes españoles y portugueses que nos colonizaron a partir del siglo XV. En Grecia, en Roma, en los países teutones y en la sociedad celta existía la costumbre de pasear un barco con ruedas (carrus navalis). Encima de él se representaban danzas satíricas y obscenas. Se tiene constancia de ello desde el siglo VI a. C. en Grecia, y hacia los últimos años del Imperio romano. Al culto de Dionisos en Grecia se correspondió con el de Baco en Roma. Allí se celebraban las Bacanales, las Saturnales y las Lupercales. Todas ellas con un denominador común: el paso de ser unas ceremonias de origen espiritual-religioso, sagrado-ritual a convertirse en fechas en que el desenfreno, la sátira y el desorden civil era la norma. Treinta días antes de las fiestas Saturnales, los soldados romanos escogían al más bello de ellos y lo proclamaban rey. Lo vestían como tal y le daban sus atributos. En ese período de tiempo, tenía todo el poder como rey sobre los soldados, pero el último día debía suicidarse ante el altar del dios Saturno al que representaba. En Olimpia, Creta y otras poblaciones de Grecia se inmolaba anualmente a un hombre que representaba a Cronos, el equivalente al Saturno de los romanos. En Rodas se le llevaba a las afueras de la ciudad, se le embarraba y se le ejecutaba. Otra teoría es la institucionalización de la fiesta en Roma por Publius Hostillius dedicándola al primer santuario en honor a Saturno y cuya liturgia se estableció en el año 217 a. C. En aquellas calendas se celebraba durante un solo día el carnaval: el 17 de diciembre. Augusto amplió a tres días esas fiestas. Calígula a cuatro y finalmente Domiciano las decretó para una semana. Se realizaban fiestas, intercambios de regalos, ferias callejeras, había indultos y amnistías judiciales, se acordaban treguas militares y muchas más actividades. El Carnaval "Cristiano" La celebración del Carnaval es una de las fiestas más populares. Se celebra en los países que tienen tradición cristiana, precediendo a la cuaresma. Por lo general, en muchos lugares se celebra durante tres días, y se los designa con el nombre de carnestolendas, y son los tres días anteriores al Miércoles de Ceniza, que es el día en que comienza la cuaresma en el Calendario Cristiano. Estas fiestas preceden a un supuesto tiempo de recogimiento y ayunos. Se supone que el término carnaval proviene del latín medieval "carnelevarium", que significaba  "quitar la carne" y que se refería a la prohibición religiosa de consumo de carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma. De ahí viene Carna vale, es decir, adiós a la carne. Pero ahondando en significados, creo que la palabra más exacta para traducir la esencia de los carnavales es ésta: Currus narvalis. Este carro naval hacía un bello paseo romántico en barco con ruedas. Llevaba como pasajeros a hombres y mujeres con máscaras. Al son dela música bullanguera bailaban, cantaban sátiras contra todo y contra todos -sobre todo contra las autoridades. Y tal era la bondad y felicidad que inundaba a ellos y ellas que no cesaban de arrojar dulces a lo largo y ancho de su recorrido. La costumbre del barco sobre ruedas, a bordo del cual se escenificaban mascaradas y danzas promiscuas, aún se mantiene vigente en los actuales carnavales de algunas ciudades europeas, aunque aquellas danzas eróticas han sido substituidas con flores que son arrojadas al público por bellas muchachas "marineras" de dichas naves. Esta modalidad sufría algunas modificaciones para los pueblos germanos, pues, allí se ubicaba en la embarcación un símbolo de Nertha, mientras que en Roma se dedicaba este puesto para la diosa egipcia Isis. Hay países en que se comienza la celebración del carnaval en distintas fechas, como en algunos lugares de Alemania en que se inicia el 11 del 11 a las 11 horas 11 minutos. O los hay que lo comienzan no bien termina la Epifanía, el 6 de enero. En otros lugares es tradicional comenzar el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, y lo denominan Jueves Graso, en Italia y Jueves Lardero en España (en Cuenca y Albacete aún se mantiene fuerte esta tradición). Jueves Lardero o Jovelardero es el nombre con el que se conoce en diversas partes de España al jueves en que comienza el carnaval, y que en otros lugares se conoce como día de la tortilla. En muchos pueblos este día se celebra una fiesta popular con diferentes costumbres, aunque básicamente consiste en una jornada al aire libre donde la gastronomía tiene un papel muy importante. La fiesta se celebra especialmente en las regiones orientales de la Península Ibérica, con posible origen medieval. De esta costumbre se derivan dos vocablos propios del habla manchega: 1) El verbo lardear (del latín lardium o lardo: “grasa”), con el significado de comer/ merendar productos típicos, especialmente derivados del cerdo. 2) El sustantivo lardeo. Derivado del anterior. Como productos típicos de esta fiesta, son tradicionales las llamadas monas, bollos con un huevo cocido en el centro y el hornazo. No cabe duda de que estas fechas tenían y tienen su calendario propio. Abarcaban y lo continúan haciendo desde el domingo antes del Miércoles de Ceniza (este año cae el 25 de febrero) hasta el primer domingo de Cuaresma. Vulgarmente se le conoce como el domingo de piñata. Piñata es una olla o vasija que contiene dulces que se cuelgan en lo alto para romperla a golpes con los ojos vendados. Cuando se estudia el carnaval hay que reconocer que lo que está en el fondo de todo ello son las fiestas primitivas del comienzo del año (primavera). En ciertos países en que el Carnaval está muy arraigado como celebración popular, y ya alejada de su significado religioso, alargan los festejos a los fines de semana del mes de febrero y a veces el primer fin de semana de marzo. El Carnaval en la Edad Media y en los Tiempos de la Colonia: En la Edad media, tan inflexible en los ayunos, abstinencias y cuaresmas, y con persecuciones a quienes no respetaban las normas religiosas, sin embargo, renació el carnaval y se continuó la tradición hasta la actualidad en muchos lugares del mundo. En esta época, se celebraba con juegos, banquetes, bailes y diversiones en general, con mucha comida y mucha bebida, con el objeto de enfrentar la abstinencia con el cuerpo bien fortalecido y preparado. En la España de la época de la Conquista y la Colonia ya era costumbre durante el reinado de los Reyes Católicos disfrazarse en determinados días con el fin de gastar bromas en los lugares públicos. Más tarde, en 1523, Carlos I dictó una ley prohibiendo las máscaras y enmascarados. Del mismo modo, Felipe II también llevó a cabo una prohibición sobre máscaras. Fue Felipe IV, quien restauró el esplendor de las máscaras. El Carnaval en los Tiempos Modernos Hoy en día, hay lugares célebres por sus festejos tradicionales y espectaculares, que atraen al turista y al amante de las costumbres de cada sitio, como lo son el Carnaval de Río, el de Santa Cruz de Tenerife, el de Oruro en Bolivia, el de Corrientes en Argentina y el de República Dominicana, con sus distintas expresiones, desde el Vegano hasta el de Santo Domingo. Se celebra en los distintos lugares de formas similares, pues siempre se presencian desfiles de carrozas, comparsas formadas por grupos de máscaras o bailarines vestidos con un mismo estilo que caracteriza a cada una de ellas, máscaras representando a distintos personajes reales o alegóricos, así como bailes de disfraces y diversión con cotillón, típico de esta fecha. En algunos lugares se estila que las máscaras persigan a los paseantes con vejigas que se utilizan para asustan, dar golpes no demasiado fuertes, o hacer reír; en otros lugares es típico el uso de serpentinas, papel picado, espuma molesta, y hasta mojar con agua, en pomos, globos y recipientes. El antifaz moderno es un vestigio de las fiestas de Baco y Cibeles. Una práctica común en tiempo de carnaval es jugar con agua. En el siglo XIX era costumbre rellenar huevos con agua para después lanzarlos. También se llenaban con agua de colonia. Otros objetos utilizados para lanzar agua eran bolsas de papel, pomos, baldes o jarros. En estos juegos participaban tanto grandes como chicos. En la actualidad, los niños son quienes juegan con agua entre sí durante el día por las calles de los barrios, llenando pequeños globos con agua.

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